Con la tendencia del nearshoring y tratados como el TPP, la relación entre México y Asia debería fortalecerse en el largo plazo.
Más que deteriorar los lazos comerciales de México y Asia, la tendencia del nearshoring podría mejorar su relación a futuro.
Tanto el Gobierno federal como agentes internacionales esperan que operaciones y actividades productivas que ahora se encuentran en Asia, comiencen a trasladarse a México en el transcurso de los próximos años, en una apuesta por acortar las cadenas de suministro y tener un mejor acceso al mercado norteamericano.
Esta tendencia de nearshoring está motivada en parte por la guerra comercial que inició entre Estados Unidos y China durante la administración de Donald Trump, así como por las disrupciones logísticas causadas en la pandemia.
Sin embargo, expertos han destacado varias ventajas de México respecto a producir en Asia, incluyendo beneficios en materia laboral y logística. En este contexto, la conversación generalmente se ha dado en términos de suma-cero, donde lo que gane México en actividad comercial lo perderán Asia y China por la fuga de actividades comerciales.
Pero los especialistas en comercio exterior están confiados que la tendencia del nearshoring llevará a un fortalecimiento de las relaciones entre México y Asia. “Lo que se está buscando es traer parte de la producción de Asia a nuestro país, para tener más seguridad en las cadenas de suministro y de producción […]. Y mucha de la inversión es con capital chino. La relación con Asia sigue y se fortalece. Hay una empresa que se está estableciendo en Monterrey y que tienen un capital mayormente chino, que busca establecerse en México precisamente para atender el mercado americano”, apunta Fernando Ruiz Huarte, director general del Consejo Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce).
Asimismo, no es que México pueda convertirse en un sustituto perfecto de la producción que existe en Asia. Hay muchas industrias que aún no tienen una presencia fuerte en el país y que requerirán años para poder desarrollarse, por lo que seguirá siendo atractivo para muchos corporativos que atienden al mercado norteamericano mantenerse en China y en países cercanos.
También se espera que la relación de proveedor-cliente entre Asia y México se mantenga y crezca en el largo plazo, aún con la tendencia del nearshoring. Entre enero y marzo de este año, el valor de la relación comercial de México con Asia (la suma del valor de las importaciones y las exportaciones) fue de 61 mil 702 millones de dólares (MD), según cifras del Banco de México. Lo anterior representa 9.7% del valor total de todas las transacciones de México con el resto mundo.
Sin embargo, el saldo de la balanza comercial México-Asia es profundamente deficitario, con un valor de 31 mil 590 MD durante el primer trimestre del 2022. Lo anterior se debe a que México importa una cantidad importante de materias primas, bienes intermedios y productos semi-terminados que se procesan localmente y luego se envían a otros mercados. Esta dinámica de proveedor-cliente continuaría y hasta se expandiría con el nearshoring.
“El mercado va a seguir creciendo, manteniendo las dinámicas que hemos visto hasta ahora […]. Ahorita compramos muchos insumos de China […] y va a seguir manteniéndose esa balanza negativa, porque vamos a continuar como grandes consumidores y procesadores de productos chinos”, dice Jorge Luis Moreno Félix, Managing Director de Deals en PwC.
Pero otros especialistas esperan que el momento del nearshoring, junto con las ventajas que traen tratados como el acuerdo Transpacífico (TPP), abra la puerta a que México equilibre y hasta le dé la vuelta a la naturaleza de su balanza comercial con Asia.
“Podrías generar más actividad con Asia, la región que será la de más crecimiento económico y de ingreso per cápita de aquí al 2040 […]. Ahí tienes a Japón, Vietnam, Singapur […], Corea del Sur ha dicho que presentará su solicitud", dice Jorge Molina Larrondo, consultor en políticas públicas y análisis de riesgo y catedrático del Tec de Monterrey (ITESM). "[Con el TPP] México podría desarrollar oportunidades [de exportar productos al extranjero] que se están volviendo más difíciles de desarrollar con Estados Unidos”, plantea Molina Larrondo.